Si consideramos la hipótesis de que como seres humanos todos somos inocentes, estaríamos más inclinados a demostrar nuestra inocencia, en lugar de culpa.
El problema es que esta hipótesis no es práctica porque casi todas las creencias y religiones existentes se basan en nuestra culpa.
Dado que se supone que un dios, un grupo de dioses u otros supuestos creadores del mundo son buenos y perfectos, si algo no funciona, entonces la culpa debe ser inevitablemente dada a los seres humanos, por algo que han hecho y continúan haciendo.
Por esta razón, hemos seguido luchando, maltratándonos, ofendiéndonos y culpándonos mutuamente durante años.
Continuamos haciéndolo porque nuestra culpa, como seres humanos, es esencial para garantizar la inocencia de los creadores de este mundo.
Mientras adoremos a Dios, a los dioses y a otros creadores de este mundo, continuaremos siendo culpables.
Si partimos de la hipótesis de que como seres humanos todos somos inocentes, estaríamos más dispuestos a demostrar nuestra inocencia, en lugar de nuestra culpa.
Intenta usar esta hipótesis, solo como un experimento.
¿Qué te sucede cuando consideras tu básica inocencia y la de cada ser humano?